TRASTORNO GENERALIZADO DEL DESARROLLO

TRASTORNO GENERALIZADO DEL DESARROLLO – NO ESPECIFICADO


El término “Trastorno Generalizado del Desarrollo No Especificado” (PDD) es confundido, la mayoría de las veces, con el Autismo y, por ésta razón, puede verse mencionado como un tipo específico del Autismo o “Autismo Atípico”. Concretamente, el TGD no especificado engloba una serie de trastornos acumulados en la persona que lo sufre que afecta a varias arias del desarrollo a la vez y, a consecuencia de esto, es difícil encasillar este problema…
Los Trastornos generalizados del desarrollo (TGD), constituyen entidades clínicas que tienen en común la presencia de alteraciones en la reciprocidad social, falencias a nivel de la comunicación y la existencia de intereses y actividades peculiares, restringidas y estereotipadas. 


TRASTORNO GENERALIZADO DEL DESARROLLO, NO ESPECIFICADO DE OTRA MANERA


Es Posible que se le diagnostique a un niño un trastorno general del desarrollo, no especificado de otra manera (ODD-NOS) cuando tiene algunas señales y síntomas de Trastornos del espectro autista (ASD) o síndrome de Asperger pero no cumple con el estricto criterio utilizado para diagnosticar esas condiciones. Es posible que un niño tenga dificultades con las interacciones sociales y con la comunicación pero no tienen comportamientos persistentes y repetitivos. 


Los síntomas también pueden ser más leves. Aún así, el PDD-NOS implica una “discapacidad severa y generalizada” en el desarrollo de las destrezas sociales. Esto significa que puede crear muchos de los mismos desafíos que los ASD y que el síndrome de Asperger. Esto puede ser especialmente verdadero si el niño también tiene una discapacidad intelectual que afecta su funcionamiento cognoscitivo y otros desafíos del comportamiento, como ADHD

CHILDREN ORG. 


TRASTORNO DESINTEGRATIVO INFANTIL

 Es una alteración que se caracteriza por la regresión del niño en múltiples áreas de su desempeño, tras un periodo de al menos 2 años de desarrollo normal. Es un trastorno poco usual y prácticamente desconocido. Los niños que padecen este problema tienen un desarrollo prácticamente normal durante los primeros años de su vida, pero cuando  cumplen los 3 o 4 años de edad, empiezan a experimentar una marcada desintegración de las habilidades motoras, lingüística, sociales y del comportamiento.





Los expertos están convencidos de que la pérdida de las destrezas adquiridas puede obedecer a una alteración cerebral como la esclerosis tuberosa o un trastorno convulsivo. El niño empieza a tener dificultades para realizar tareas y actividades que antes hacía por sí solo y el deterioro se hace cada vez más evidente… Perdida de la fluidez del lenguaje, dificultades para expresar lo que desea. A menudo el niño no es capaz de seguir instrucciones y órdenes sencillas, no es capaz de relacionarse adecuadamente, mostrando un comportamiento distante y frío, muy parecido a los niños con autismo. Son comunes los movimientos repetitivos y los manierismos.


ETAPA INFANTIL


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