SOPLO INOCENTE EN EL CORAZÓN
Se trata de
un trastorno cuyo nombre puede generar alarma en los padres, pero, en realidad,
es completamente inocuo y bastante frecuente en la edad pediátrica.
El corazón
está dividido en dos mitades, separadas por un tabique formado por dos capas,
que se cierra al nacimiento. Cada una de estas dos cavidades está, a su vez., dividida
en otras dos, las aurículas y los ventrículos, separadas por unas válvulas que
se abren para permitir el paso de la sangre de la aurícula al ventrículo, y que
se cierran inmediatamente para evitar que la sangre refluya del ventrículo a la
aurícula. Estas válvulas, al cerrarse, hacen un ruido que se escucha con el
fonendoscopio del médico y que se nota también al poner la mano en el pecho,
sobre la zona del corazón: son los latidos cardíacos.
¿En qué consiste?
Puede pasar
que una de las válvulas sea más estrecha de lo normal o que no cierre
perfectamente. También puede suceder que el tabique que separa las dos mitades
del corazón no se haya cerrado completamente al nacimiento. Éstas y otras
enfermedades son causa de soplos patológicos, es decir, ocasionados por una
alteración en el corazón.
Puede también
ocurrir que el corazón sea completamente normal, que no existan ni
estrechamientos ni fallos del cierre de las válvulas, y que, sin embargo, se
escuche un soplo, como un “buf”. Se trata, entonces, de un ruido fuera de lo
habitual en un corazón normal. De hecho, sucede con frecuencia que este soplo
no patológico se ausculta únicamente en circunstancias especiales, por ejemplo:
cuando el niño tiene fiebre. Estas y otras características, que el pediatra
conoce muy bien, descartan la enfermedad y el diagnóstico es de soplo inocente.
El pediatra puede pedir consulta con un cardiólogo pediátrico por seguridad, si
lo cree necesario.
LFP
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