¿EN QUÉ CONSISTE EL SÍNDROME DE BÁLINT?
Se caracteriza por la presencias de diferentes alteraciones vinculadas al control del sistema visual que dificultan e incluso impide el uso adaptativo de dicho sistema, destacando la ataxia[1] óptica, la apraxia oculomotora, los problemas perceptivos y las dificultades derivadas de ellas, como la agnosia[2] visual. Ello puede suponer un grave perjuicio para la vida cotidiana de la persona, que pierde gran parte de la funcionalidad.
SÍNTOMAS BÁSICOS
- Se caracteriza por la incapacidad de coordinar correctamente la información visual y el movimiento de las manos. El sujeto es incapaz de realizar tareas que requieran de esta coordinación, aunque su percepción visual y su sistema motor funcionan correctamente por separado.
- También aparece la apraxia oculomotora, que en este caso se refiere a la incapacidad de modificar el foco de atención visual debido a la ausencia o disminución del control voluntario de la actividad ocular. La mirada se queda fija en un punto y resulta complicado o imposible cambiarla. independientemente de que se presente estimulación en otro punto del campo visual, o bien presenta movimientos erráticos.
- Otro síntoma es simultanagnosia, en que el sujeto no es capaz de observar más de un objeto a la vez sin que los anteriores desaparezcan del campo perceptivo. El sujeto tiene graves dificultades para captar estimulaciones visuales complejas, que puede no entender. Además de ello es frecuente que exista un elevado grado de desorientación en el espacio.
- Por último, también es frecuente que aparezcan alteraciones como la agnoxia visual, en la que la persona que parece este síndrome es incapaz de entender o identificar lo que está viendo y que pude dar lugar a fenómenos como la prosopagnosia o ausencia de reconocimiento de caras.
CAUSAS DE ESTE SÍNDROME
Es causado mayoritariamente por la presencia de lesiones cerebrales bilaterales en las que se ven afectados ambos lóbulos parietales, especialmente en las zonas en contacto con el occipital. Ente estas zonas puede hallarse la circunvolución angular, lo que a su vez puede provocar alteraciones cognitivas, desorientación y problemas de asociación entre lenguaje e imagen.
Las causas de estas lesiones pueden ser múltiples, desde la presencia de accidentes cerebrovasculares a traumatismos craneoencefálicos que afectan a dichas zonas. Además pude encontrarse algunos casos provocados por enfermedades neurodegenerativas, como las demencias.
También aparece en ocasiones en complicaciones derivadas de la infección por VIH[3]
ALTERACIONES FUNCIONALES EN LOS PACIENTES
- Problemas para continuar con normalidad su vida diaria.
- Dificultades para coordinar visión y motricidad.
- No percibe correctamente lo que le rodea.
- Aspectos como vestirse o alimentarse les es complicado.
- La lectroescritura se dificulta o resulta imposible, al igual que la conducción o el manejo de maquinaria delicada.
- Pueden presentar problemas comunicativos ante la presencia de agnosia o la dificultad de asociar conceptos con sus imágenes correspondientes.
- Además, dado que suele aparecer de forma abrupta, supone una interrupción importante que puede generar graves efectos psicológicos, no siendo raro experimentar ansiedad, angustia e incluso en algunos casos depresión.
Psicólogo en Barcelona | Redactor especializado en Psicología Clínica
Graduado en Psicología con mención en Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona.
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