SÍNDROME DE COCKAYNE (CS)




Lleva el nombre del médico ingles Edward Alfred Cockayne (1880-1956), quién lo describió por primera vez en 1936 y se volvió a describir en 1946. El síndrome de Neill-Dingwall recibió su nombre de Mary M. Dingwall y Catherine A. Neill. Estas mujeres describieron el caso de dos hermanos con síndrome de Cockayne y afirmaron que era la misma enfermedad descrita por Cockayne. En su artículo, las mujeres contribuyeron a los síntomas de la enfermedad a través del descubrimiento de calcificaciones en el cerebro. También compararon el síndrome con lo que ahora se conoce como “síndrome de progería Hutchison-Gilford (HGPS), debido al envejecimiento avanzado que caracteriza a ambos trastornos.



EL SÍNDROME DE COCKAYNE



También llamado síndrome de Neill-Dingwall, es un trastorno neurodegenerativo autosómico recesivo poco frecuente y mortal que se caracteriza por insuficiencia  de crecimiento, deterioro del sistema nervioso, sensibilidad anormal a la luz solar (fotosensibilidad), trastornos oculares y envejecimiento prematuro. La falta de desarrollo y los trastornos neurológicos son criterios para el diagnóstico, mientras que la fotosensibilidad, la pérdida de audición, las anomalías oculares y las caries son otras características muy comunes. Los problemas con algunos o todos los órganos internos son posibles. Se asocia con un grupo de trastornos llamados “leucodistrofias”, que son afecciones caracterizadas por la degradación de la sustancia blanca neurológica. El trastorno subyacente es un defecto en un mecanismo de reparación del “ADN”.

El Síndrome de Cockayne  es una enfermedad rara destructiva que por lo general causa la muerte en la primera o segunda década de la vida. La mutación de genes específicos en el síndrome es conocida, pero los efectos generalizados y su relación con la reparación del ADN aún no se conocen bien.


GENÉTICA

Las mutaciones en el gen ERCC8 (También conocido como CSA) o el gen ERCC6 (también conocido como CSB) son la causa del síndrome de Cockayne. Las proteínas producidas por  estos genes están implicadas en la reparación del ADN dañado mediante el mecanismo de reparación acoplado a la transcripción, particularmente el ADN en genes activos. El daño del ADN es causado por los rayos ultravioleta de la luz solar, la radiación o los radicales libres en el cuerpo. A medida que este daño, se acumula, puede provocar el mal funcionamiento de las células o la muerte celular.



Por Wikipedia (The Free Encyclopedia)
Fotografías de Diseasemaps y Gag Daile

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