¿SABÍAS EN QUÉ CONSISTE?

GINGIVITIS: EL RIESGO OCULTO



Nuestras encías son vulnerables y su peor enemigo se llama gingivitis. Una enfermedad que, en sus comienzos no resulta dolorosa, por lo que puede pasar desapercibida. Por su culpa las encías se muestran enrojecidas o inflamadas y el sangrado de las mismas durante el cepillado puede ser el primer síntoma de que algo no va bien. Parece poca cosa, pero es la única pista que podemos tener de que sufrimos una enfermedad inflamatoria crónica de lo más común. Tanto que, en ocasiones, no le damos importancia y lo tomamos incluso como algo "normal" y poco peligroso. Aunque sí lo es.

UNA HISTORIA DE MICROBIOS

Para saber quién está detrás de todo este proceso debemos tener claro un concepto: placa bacteriana. "Se trata del conjunto de ecosistemas plagados de bacterias que habitan en nuestro boca, adheridos a nuestros dientes. Se forma por las proteínas de saliva que crea sobre los dientes una capa invisible en las que se depositan diferentes especies de bacterias", explica el odontólogo Ivan Malagón.

Normalmente, la gingivitis está inducida por la acumulación de esta placa dental y bacteriana, aunque otros factores propician su aparición: sufrir infecciones con virus (como el herpes u hongos), la genética o tener los dientes mal colocados.

Si no nos cepillamos los dientes de forma adecuada (y a menudo), estas bacterias empiezan a hacer de las suyas; o lo que es lo mismo, aparece la gingivitis. Y si esta no se trata a tiempo, se convierte en periodontitis, una enfermedad en la que las encías se alejan de los dientes y forman espacios o bolsas que se infectan. Y entonces comienza la batalla: el sistema inmunitario lucha contra las bacterias a medida que la placa se extiende y crece por debajo de las encías. Las bacterias y la respuesta natural del cuerpo contra esa infección empiezan a destruir el hueso que mantienen a los dientes en su lugar. Y si la periodontitis no se trata, los huesos, las encías y los tejidos que sostienen la dentadura se destruyen y los dientes pueden aflojarse y caerse.

En los últimos años se ha relacionado esta afección bucal con problemas cardíacos, como la arteriosclerosis coronaria. "La teoría es que las proteínas inflamatorias y las bacterias del tejido de la encías entran en el torrente sanguíneo y causan varios efectos en el sistema cardiovascular". Los investigadores han concluido que el engrosamiento de los vasos sanguíneos está asociado a la presencia de una de las bacterias encontradas en la placa dental conocida por causar, además, la periodontitis.

ENEMIGAS DEL CEREBRO


Periodontitis: microsangramiento cerebral relacionado
con presencia de Estreptococos Mutans
Ahora se sabe que hay una conexión entre la periodontitis y el infarto lacunar, un tipo de accidente vascular que causa lesiones de pequeño diámetro en la zona más profunda del cerebro y que es el causante del 25%  de los ictus y cuatro veces el riesgo de padecer un infarto lacunar. Esto puede ser debido, bien a que la periodontitis provoca una inflamación que debilita la salud de los vasos sanguíneos o que ambas dolencias comparten diversos factores de riesgo, como la hipertensión, el colesterol alto o la diabetes, "explica Dr. Ivan Malagón".

El siguiente problema que afecta a nuestro cerebro y que parece estar relacionado con la salud de las encías es el alzheimer. Esta dolencia, de origen aún hoy desconocido, se caracteriza por provocar pérdidas de memoria y desorientación a quien la padece, además de inflamar el cerebro. Una investigación realizada por científicos de la Universidad de Southampton y el Kings College de Londres asoció la periodontitis con un aumento de seis veces en la tasa de deterioro cognitivo.

Otro factor que sustenta esta teoría es el descubrimiento de moléculas de hongos en el cerebro de pacientes con esta dolencia y el aumento de las infecciones fúngicas severas en ancianos en los últimos 30 años, como comprobó un equipo de científicos del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (de la Universidad Autónoma de Madrid y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas). Estas moléculas también se localizan en la boca de personas con periodontitis.

GINGIVITIS ULCEROSA


Gingivitis Ulcerosa necrotizante
Conocida como boca de trinchera, y sonando como una enfermedad de mal agüero de la Primera Guerra Mundial, se piensa erróneamente de una enfermedad de transmisión sexual. Es cierto que las bacterias se pueden transmitir por besos o contacto oral íntimo.

Pero no hay ninguna implicación con los órganos sexuales. También conocida como enfermedad de Vincenti, que es en realidad la etapa posterior de la gingivitis sin tratar, lo que resulta en una infección destructiva de las encías y ulceras dolorosas. Esta ulceración ocurre generalmente entre los dientes por debajo de la línea de las encías en las capas periodontales de los dientes. La infección, causada por dos cepas específicas de bacterias, Borrelia[1] y Fusobacterium[2]

Por lo general ocurre en adultos jóvenes entre 15 a 35 años.


[2] Fusobacterium: Es un género de bacterias del filo Fusobacteria. Algunas de las especies que lo representan contribuyen a numerosas enfermedades (periodontales, Lemierre, orofaringitis y úlceras de piel tópicaencuentran comúnmente en la boca, sólo llega a ser patógenos cuando otros factores negligentes están presentes. No limpiar lo dientes y las encías adecuadamente, el estrés emocional crónico, la falta de descanso, la mala alimentación, etc...

[1] Borrelia: Bacteria del  filo espiroqueta, que se caracteriza por su forma helicoidal. Se han identificado 52 especies, todas ellas transmitidas por artrópodos hematófagos.


Por S. Vivas Saludconsultas.
Fotografías: El Dentista, Clínica Dental Barcelona; Clínica Dental Ferrerus & Bratos; odontoespacio; Caja Segovia



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