SINDROMES


SÍNDROME DE BÁLINT

Esta grave condición médica es frecuente en lesiones cerebrales que afectan a ambos hemisferios.

El sistema visual es uno de los sistemas sensoriales más valiosos y desarrollados para el ser humano. Gracias a él somos capaces de detectar la presencia de los diferentes elementos que forman parte de nuestro entorno así como de identificar su forma, proporciones y posición en el espacio y en relación a nosotros.


Sin embargo en ocasiones este sistema puede dañarse por algún motivo, o bien pueden hacerlo las áreas cerebrales encargadas de su gestión o de la interpretación de los datos que de él se derivan. Uno de los problemas médicos o  síndromes que pueden derivarse de lesiones cerebrales es el síndrome de Bálint.

¿EN QUÉ CONSISTE?

El denominado síndrome de Bálint es un cuadro médico provocado por la presencia de lesiones cerebrales y caracterizado por la presencia de diferentes alteraciones vinculadas al control del sistema visual que dificultan e incluso impiden el uso adaptativo de dicho sistema, destacando la ataxia óptica, la apraxia oculomotora, los problemas perceptivos y las dificultades derivadas de ellas. Ello puede suponer un grave perjuicio para la vida cotidiana de la persona, que pierde gran parte de la funcionalidad.

SÍNTOMAS BÁSICOS

Se caracteriza porque quienes lo padecen presentan ataxia óptica, es decir la incapacidad de coordinar correctamente la información visual y el movimiento de las manos. El sujeto es incapaz de realizar tareas que requieran de esta coordinación, aunque su percepción visual y su sistema motor funcionan correctamente por separado.

También aparece la apraxia oculomotora, que en este caso se refiere a la incapacidad de modificar el foco de atención visual debido a la ausencia o disminución de control voluntario de la actividad ocular. La mirada se queda fija en un punto y resulta complicado o imposible cambiarla independientemente de que se presente estimulación en otro punto del campo visual, o bien presenta movimientos erráticos.

Otro de los síntomas principales es la simultanagnosia, en que el sujeto no es capaz de observar más de un objeto a la vez sin que los anteriores desaparezcan del campo perceptivo. El sujeto tiene graves dificultades para captar estimulaciones visuales complejas, que puede no entender. Además de ello es frecuente que exista un elevado grado de desorientación en el espacio.

También es frecuente que aparezcan alteraciones como la agnosia visual, en que la persona que padece este síndrome es incapaz de entender o identificar lo que está viendo y que puede dar lugar a fenómenos como la prosopagnosia o ausencia de reconocimiento de caras.


CAUSAS

Es causado por la presencia de lesiones cerebrales bilaterales en las que se ven afectados ambos lóbulos parietales, especialmente en las zonas en contacto con el occipital. Entre estas zonas puede hallarse la circunvolución angular, lo que a su vez puede provocar alteraciones cognitivas, desorientación y problemas de asociación entre lenguaje e imagen.
Las causas de estas lesiones pueden ser:

·         Accidentes cerebrovasculares.
·         Traumatismos craneoencefálicos.
·         Enfermedades neurodegenerativas (como la demencia)
·         Infección por VIH (sida)
·         Enfermedades por priones[1].


ALTERACIONES FUNCIONALES

Aspecto como vestirse o alimentarse se complican en gran medida en algunas casas, así como cualquier actividad que exija motricidad fina y visión. La lectoescritura se dificulta o resulta imposible, al igual que la conducción o el manejo de maquinaria delicada. En ocasiones pueden presentarse problemas comunicativos ante la presencia de agnosia o la dificultad de asociar conceptos con sus imágenes correspondientes. Además, dado que suele aparecer de forma abrupta, supone una interrupción importante que puede generar graves efectos psicológicos, no siendo raro experimentar ansiedad, angustia e incluso en algunos casos depresión.


[1] Enfermedad por priones: Un prion es un agente infeccioso formado por una proteína denominada priónica, capaz de formar agregados moleculares aberrantes. Su forma intracelular puede no contener ácido nucleído. Produce las encefalopatías espongiformes transmisibles, que son un grupo de enfermedades neurológicas degenerativas tales como la tembladera, enfermedad de Creutzfeldt-Jakob y encefalopatía espongiforme bovina.


Por Oscar Catillero Minenza (psicología y mente)
Fotografías: Investigación y Ciencia; Slideshare

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