SÍNDROME DE DRAVET
El síndrome de Dravet (SD) es una epilepsia hereditaria de la infancia
caracterizada por una variedad de crisis resistentes a fármacos frecuentemente
inducidas por fiebre, presentándose en niños, por lo demás, sanos, y que
generalmente derivan en discapacidad motora y cognitiva.
RESUMEN
El inicio de la primera crisis ocurre principalmente durante el primer año
de vida (habitualmente a los 5-8 meses de edad) en niños, por lo demás sanos, y
consiste, en la mayoría de los casos, en crisis clónicas unilaterales o
generalizadas. Generalmente, la fiebre desencadena las crisis, que pueden ser
crisis tónico-clónicas generalizadas, crisis clónicas unilaterales alternantes
y tónico-clónicas generalizadas. También se han descrito crisis febriles
parciales complejas y focales durante el curso de la enfermedad. Algunas crisis
pueden presentarse como estado epilépticos febril de más de 20 minutos de
duración. La frecuencia de la epilepsia durante el primer año puede ser elevada, aunque
por lo general disminuye con el tiempo. Asimismo, pueden darse crisis parciales
complejas, de ausencia o atónicas. La fotosensibilidad, las altas temperaturas,
la estimulación fótica (penetración de luz solar) intermitente y el ejercicio también pueden provocar
crisis. A los 2 años de edad, el retraso del desarrollo es con frecuencia aparente,
seguido por un efecto meseta del desarrollo cognitivo y discapacidad. En esta
etapa también pueden aparecer trastornos del habla, ataxia, trastornos del
sueño y, en ocasiones, signos piramidales. Las crisis pueden desaparecer en la
edad adulta, aunque la mayoría de los afectados presenta crisis continuadas
refractarias al tratamiento. Los casos límite del SD describen variantes con la
mayor parte de las manifestaciones del SD, aunque no todas.
ETIOLOGÍA
Alrededor del 85% de los casos del SD son debidos a una mutación o deleción
en el gen SCN1A (2q24.3) que codifica un canal de sodio activado por voltaje
esencial para la excitabilidad neuronal. La mayoría de las mutaciones son novo, pero en un 5-10% de los casos son familiares y con frecuencia formando
parte del espectro de la epilepsia generalizada con crisis febriles. Se piensa que las mutaciones en el gen PCDH19 (Xq22.1),
también encontradas en la epilepsia limitada a, mujeres con retraso mental, explican el 5% de los casos del SD en mujeres. En
aproximadamente el 10% de los casos la etiología es desconocida, aunque
probablemente hay otros genes implicados.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico se basa en los hallazgos clínicos y del electroencefalograma
(EEG). Al inicio, el EEG suele ser normal aunque más tarde se observan puntas o
poli-puntas-ondas con un enlentecimiento de la actividad basa, así como
descargas multifocales. Por lo general, las RM (resonancia magnética) cerebrales son normales. El
análisis genético molecular puede identificar una alteración del gen SCN1A, confirmatoria del diagnóstico.
El diagnóstico diferencial incluye el síndrome de Lennox-Gastaut[1]
y la epilepsia Mioclónica-Astática[2].
En las familias con una mutación conocida en SCN1A, el modo de herencia es
autosómico dominante y es posible el asesoramiento genético, aunque puede haber
un rango fenotípico[3]amplio en una misma familia. En casos con mutaciones de novo, el asesoramiento puede ayudar en la toma de decisiones en relación a la futura descendencia.
Es común que los afectados presenten discapacidad cognitiva de moderada a
grave y epilepsia intratable en la edad adulta.
[1] Lennox-Gastaut: Es una variante de epilepsia infantil de difícil manejo, que aparece entre los dos y seis años de vida, y que se caracteriza por convulsiones frecuentes y diversas; a menudo se acompaña de discapacidad intelectual y problemas conductuales. Aproximadamente el 5% de los pacientes con este síndrome, muere por este desorden o por problemas asociados al mismo en unos 10 años desde el comienzo.
[2]
Mioclónica-Astática o Síndrome de Doose: Comienza entre los 2 y 4 años. Hay disposición genética
como en la mayoría de las epilepsias idiopáticas pero sin herencia directa. El
desarrollo del niño es normal antes del comienzo y la resonancia también es
normal. Como en todas las epilepsias el pronóstico es variable.
[3] Fenotipo: Todos aquellos rasgos particulares y genéticamente heredados de cualquier organismo que lo hace único e irrepetible en su clase.
Fotografías: Canales Mapfre Salud; El Independiente del Sureste
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